Monterrey es una ciudad rodeada de cerros que se ven altos y lejanos, sin embargo, en mi reciente visita a la zona regiomontana, lo que más distante estuvo de mis ojos no fueron las cimas de las montañas, sino el suelo.
A las 6:50 de la mañana pasó por nosotros Porto, quien sería nuestro guía, acompañado de Javier y Colton (Tenesee) para irnos a la Huasteca a recorrer una de las dos únicas vías ferrata en México (tomando en cuenta que acaban de inaugurar la de Chihuahua). Para los que no sepan, una vía ferrata es un recorrido diseñado con cuerdas de seguridad, grapas, puentes y todas las instalaciones necesarias para que casi cualquier persona pueda acceder a la aventura de escalar y descender una montaña.
Después de 30 minutos de camino partiendo desde Monterrey, llegamos La Huasteca donde nos encontramos con el resto de los integrantes que se uniría a la aventura. Según Porto, el paisaje que teníamos frente a nosotros era muy distinto al que nos hubiera tocado ver previo a la llegada del huracán Alex; lo que antes era carretera, ahora es un cauce de piedras con un pequeño río verde-azul.
Una vez equipados con nuestros cascos, arneses y mosquetones; escuchamos las indicaciones de nuestros guías y posteriormente, llenos de energía, emprendimos nuestro camino hacia la cima del el Pico Independencia, una montaña de más de 300 metros de altura.
El primer tramo fue una caminata tranquila de plática y bromas, mismas que poco a poco fueron rompiendo el hielo entre el grupo. Después una escalera nos esperaba al pie del ascenso que daría inicio al verdadero recorrido por la vía ferrata.
Aunque parece peligroso, hacer una vía ferrata es bastante fácil y seguro. Fácil porque a lo largo de la montaña hay grapas colocadas de tal manera que resulta bastante práctico escalar. Y seguro, porque a tu arnés llevas instalado un dispositivo llamado “cuerda de la vida”, mismo que se enlaza con un mosquetón a un cable que va ensartado en la montaña, así que se por alguna razón llegas a caer, la cuerda sostendrá tu cuerpo y quedarás colgando del cable.
Iniciamos nuestro ascenso poco a poco, procurando mantener nuestras distancias. Era sorprendente ver cómo paulatinamente nos íbamos alejando del suelo. Aquel río por donde dejamos la camioneta empezaba a verse más como un trozo de estambre azul.
No puedo decir que ésta se trata de una actividad de adrenalina, porque escalar es realmente fácil; además la confianza que te brinda el dispositivo de seguridad elimina cualquier sensación de miedo. Lo que sí puedo afirmar es que estar allá arriba, a 90 grados del suelo, con el vacío tras tu espalda y ver el paisaje sin nada que interrumpa tu vista, es una experiencia grandiosa.
A lo largo de la escalada nos encontramos con distintas partes interesantes; como un puente colgante que me hizo sentir que caminaba sobre al aire, y la nombrada “escalera al cielo” que con una vista espectacular nos llevó a la parte final de la montaña, un tramo que resulta un poco más retador y hay que buscarle la forma de subir, para finalmente llegar a la esperada cima.
Los que ya han subido una montaña, aunque sea pequeña, saben lo que se siente llegar a la cima. Los que no lo han hecho ¡háganlo!, pues nada de lo que aquí escriba se comparará con la verdadera emoción de vivirlo en carne propia.
En la cima tomamos un descanso y dejamos nuestros testimonio en una especie de libro de visitas. Porto nos explicó que se acostumbra a dejar un diario dentro de una caja en las cimas de las montañas para que todos los que lleguen puedan dejar un mensaje. No les diré lo que yo escribí, mejor suban a leerlo.
Aunque ya habíamos concluido la escalada, apenas nos encontrábamos a la mitad del recorrido. ¿Qé seguía? Una de las partes más divertidas, ¡la tirolesa!
Como ya había tenido la experiencia de aventarme en tirolesa en Zacatecas, no tenía curiosidad ni miedo, sino muchas ganas de volver a sentir esa emoción. Luego de tomar un par de fotos desde la espectacular vista de la Sierra Madre, llegó mi turno de ir de una punta de la montaña a otra colgado de un cable a más de 300 metros de altura; viendo árboles, montañas e incluso aves bajo mis pies.
Debíamos continuar con nuestro descenso y la mejor forma de hacerlo era con rappel. El rappel, para los que no sepan, consiste en bajar por una pared vertical deslizándose por una cuerda que va enlazada al arnés, es realmente fácil, seguro y muy entretenido. Para bajar sólo hay que dejarse llevar y seguir la cuerda mientras ésta corre por tu mano derecha. Al principio puede resultar un poco confuso, pero una vez tomando confianza se vuelve algo muy divertido porque prácticamente tú tienes el control del ritmo con el que bajas.
Fue hasta la etapa del descenso a pie que asimilé lo alto que habíamos subido, pues aún después de 3 rappeles, el camino de regreso a las faldas de la montaña se veía largo. Para ese entonces mis pies ya estaban cansados, quizá porque me aventé todo el recorrido en converse y no con los zapatos adecuados; aunque cabe mencionar que mis buenos tenis aguantaron todo el camino, mientras que los zapatos de uno de los del grupo sufrieron algunos daños.
A pesar de que el camino de regreso parecía nunca terminar, por fin llegamos a la parte final del recorrido donde nos esperaban unas botellas de agua helada y un delicioso río donde, sin dudarlo, nos metimos a refrescarnos. El final de esta experiencia no pudo haber sido mejor, terminamos todos en ese río, hablando de nuestras experiencias en el recorrido, platicando como si nos conociéramos de siempre, aunque sólo habíamos pasado 5 horas juntos.
NOTA:
Si decides hacer este recorrido, es muy importante que lo hagas sólo con los operadores de certificados para que puedas realizarlo con el equipo, la seguridad y las instrucciones adecuadas. Nosotros fuimos con nuestros (ahora) amigos de Emotion Team y se los recomiendo 100%, pueden visitar su página de internet y conocer todos los tours a los que puedes acompñarlos: www.emotionteam.com
Pd. Gracias a Iraida y a David, de quien me tomé la libertad de "robarles" unas fotos de sus Facebook para poder complementar mejor esta reseña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario